Archivos de la categoría ‘renfe’

No sé si a alguna de vosotras les ha tocado la lotería… Aunque sea un pequeño pellizco para ayudar a pasar unas fiestas increíbles. A mí nada de nada. 0. ¿Pero sabéis qué? Aunque suene como muy tópico, yo estoy encantada. Por supuesto, no diría que no a un buen pellizco en la lotería, por supuesto. Pero con todas las cosas buenas que tengo en mi vida y más concretamente este año, seguro que lo invertiría en irme con toda mi gente a celebrar por ahí el buen año que llevamos.

No, no llevo ningún décimo premiado, pero tengo el billete con más fortuna del mundo… Sí. El billete que me llevara mañana a mi casa, a mi tierra a pasar las Navidades junto a la familia. Ese billete ahora mismo no tiene precio para mí, a pesar de que estaré montada en el tren cerca de 9 horas (¡¡¡9 HORAS!!!!), pero se, que una vez descendamos en el andén, no habrá maleta ni bulto que nos impida saludar con la mano hasta que podamos abrazarnos.

Es una época de echar mucho de menos a tu gente y tus tradiciones y más si estás tan lejos de casa. Nosotras no queríamos perdernos la primera Navidad de nuestra sobrina. No os podéis imaginar la de cosas que llevamos para la pequeña, no sé si el revisor nos dejará subir…

La sobrina está creciendo muy rápido y a pesar de que vamos cada vez que podemos y de que hacemos dos videollamadas al día (más millones de fotos diarias), sentimos que nos estamos perdiendo muchas cosas y todas ellas vitales. Ahora, desde hace un par de semanas, quizás tres, ya logra ponerse de pie ella sola e intenta dar un par de pasos, hasta que al final, el peso la vence. Yo creo que estas vacaciones, mi chica y yo lograremos que de más de dos pasos y que termine diciendo TI-TA. Eso, o que nos odie por pesadas…. Todo puede ser.

Creo que lo he comentado alguna vez. A mi chica le encantan las Navidades. Las luces, los villancicos, los gorros de Papá Noel, los adornos… ¡Todo! Le vuelve loca… No os podéis imaginar cómo está de contenta de ir a pasar las primeras Navidades con la niña, poder jugar con ella con todos los juguetes nuevos, cantar villancicos sin llamar la atención, disfrazarse… Todas las cosas que siempre quiso hacer. Así que, para mí, es doble alegría. Nada es más tierno que verlas juntas, a las dos, riéndose y comiéndose a besos.

Así que, mañana pongo rumbo a casa y desde allí os leeré. Encantada de la vida, os lo aseguro, porque a pesar de mil pesares, ha sido un año para no olvidar, ha sido perfecto.

Gracias a todas por estar al otro lado y os deseo que paséis unas felices fiestas. ¡Un besazo!