Hay cosas que no se pueden obviar… Hay cosas que no se pueden pasar por alto. Hay cosas que son tan bonitas, que no quiero obviarlas, que no quiero olvidarlas, que no quiero pasar por encima sin mencionarlas….
No lo puedo negar… Ni aun esforzándome. Sé que me quieres… Lo sé. Algo dentro de mí lo grita. Sé que me quieres por cómo eres conmigo, insuperable. Sé que me quieres porque siento como me miras, me miras cómo si me vieras. Eso me hace sentir increíblemente bien, increíblemente cómoda… Me haces sentir como una tarde de domingo en pijama en el sofá, abrazada a ti y sujetando una gran taza de café recién hecho.
No lo puedo negar… Ni aun esforzándome. Sé que me quieres… Lo sé. No sé exactamente desde cuándo, no sé exactamente cómo… Pero sé que desde hace mucho, estar contigo es cómo estar en casa. Todo es fácil. Estar contigo es fácil, tú haces que todo resulte fácil.
No lo puedo negar… Ni aun esforzándome. Sé que me quieres… Lo sé. Hay cosas que una no sabe por qué las sabe y por qué está segura. Esta es una de esas cosas. No necesito explicar nada más ni que tú me expliques nada. Me vale con que me mires, porque cuando un sentimiento es tan grande, cada parte de tu cuerpo lo sabe y lo transmite. Una mirada, una caricia, un pensamiento, un… Todo está conectado, todo nos conecta, mi amor.
No lo puedo negar… Ni aun esforzándome. Sé que me quieres… Lo sé. Nunca nadie se había preocupado por mí tanto como tu. Adoro tus mensajes de “Avísame cuando llegues”, “Ten cuidado”, “Llámame al llegar”, “Abrígate bien, hace frio”…. Esos mensajes que hacen que me derrita.
No lo puedo negar… Ni aun esforzándome. Sé que me quieres… Lo sé. No hay nada más que vernos juntas. Siempre tan unidas, siempre tan compenetradas, siempre volcadas la una en la otra, para todo. Puede que fallen muchas cosas en nuestra vida, mi amor, o quizá no tantas, pero tengo la suerte de que, al tenerte a mi lado, me siento más segura y más fuerte. No me falles tú.
No lo puedo negar… Ni aun esforzándome. Te quiero y sé que lo sabes. Sé que sabes lo mucho que te quiero, pero creo que no sabes lo mucho que te puedo llegar a querer, porque ni yo misma sabía que se podía querer a este nivel.
No lo puedo negar… Ni aun esforzándome. Te quiero y sé que lo sabes. Sabes todo de mí, casi mejor que yo. Me conoces de cerca y me reconoces de lejos. Conoces mi forma de andar y de reir, mi forma de coger un vaso o de pedir un café en una cafetería. Me conoces como para dibujarme al detalle, conoces mis imperfecciones más visibles, y las aplaudes. Conoces mis miedos más oscuros y escondidos, y los calmas sin llamar la atención. Conoces mi pasado y valoras mi sinceridad. Conoces todo lo que una persona puede llegar a conocer de mí, pero no solo eso. Conoces hasta donde yo ya me pierdo… Me conoces como nadie. Me quieres como nadie.
No lo puedo negar… Ni aun esforzándome. Te quiero y sé que lo sabes. Te miro como tú me miras a mí, con la certeza de haber encontrado lo que muchos tardan años y otros, por desgracia, nunca encuentran. Nos miramos como conocedoras de un gran secreto, el de la vida. Nos miramos y nos decimos un mundo en unas milésimas de segundo. Nos miramos para seguir vivas, nos miramos por costumbre, por desafío. Nos miramos porque sin tus ojos sobre mí, no podría seguir.