Mañana por fin, te veré.
Mañana por fin, podré besarte.
Mañana por fin, dejaré de soñarte para empezar a velarte.
Mañana por fin, mi sonrisa será plena, será enorme, será contagiosa y será, como tu, preciosa.
Mañana por fin, nos reencontráremos.
Mañana por fin, apagaremos esa cuenta atrás que tanto nos ha costado superar.
Mañana por fin, nos daremos cuenta de lo fuertes que hemos sido y de lo mucho que nos hemos echado de menos.
Mañana por fin, dejaré de hablar de ti para hablar contigo.
Mañana por fin, te estaré esperando, más pronto que tarde, más de noche que de día, pero con la misma ilusión que el primer día.
Mañana por fin, en la madrugada, nos reencontraremos.
Mañana por fin, debajo del mismo edredón dormiremos. Aunque yo me confirmo con abrazarte hasta que nos despertemos.
Mañana por fin, comenzamos una nueva cuenta atrás… Pero juntas.
Mañana por fin, ya llegó.
Mañana por fin, a ti te trae, hasta a mi.
Mañana ya es hoy… No dejemos que se convierta directamente en ayer.
Archivos para enero, 2014
Hoy hace cinco años…
Publicado: 29 enero, 2014 en homosexual, lesbianasEtiquetas:años, amar, aniversario, café. compartir, cantar, casa, cenar, chicas, cinco, cinco años, coche, lesbianas, princesa, querer, recoger, sentir, tapas, tapeo, tortillera
Hoy hace cinco años que tomamos el primer café juntas, ¿lo recuerdas?
Hoy hace cinco años que estaba en mi casa eligiendo el modelito con el que me iba a presentar en tu casa para recogerte… Recuerdo como una compañera me ayudaba en la “difícil” elección.
Hoy hace cinco años que salí de mi casa nerviosa para ir a recogerte a la tuya. Iba en el coche, conduciendo y pensando en todo lo que podía pasar a partir de ese café…
Hoy hace cinco años que te recogí en tu casa, como a una princesa, y te llevé al centro de Barcelona, a una de las cafeterías que yo conocía y que tienen ese encanto especial para una primera cita.
Hoy hace cinco años que llegamos a nuestra cafetería, en pleno Born, toda ella iluminada a base de velas que estaban por todo el local. Nos tomamos un café y pudimos hablar más de nosotras, contarnos historias, anécdotas, sueños… Recuerdo muchas de las cosas que nos contamos, me sentía tan cómoda que cada vez iba contando más y más cosas, hablándote de mí sin miramientos.
Hoy hace cinco años que pude conocer a una chica preciosa, simpática, con un gran sentido del humor y especial, muy especial.
Hoy hace cinco años que te llevé a cenar por primera vez. No sabía qué tipo de comida preferías, así que opté por unas tapas. ¿Lo recuerdas, cariño?
Hoy hace cinco años que me tembló el pulso cuando ví que te sentabas a mi lado en la cafetería, muslo con muslo, brazo con brazo.
Hoy hace cinco años que me quedé casi sin aliento al notar tu mano por mi muslo… Lo recuerdo tan bien… Estábamos cenando y ella, sin querer ( O no… ), tiró el vaso con todo su refresco… Me dejó el pantalón empapado de Nestea… Y ella, muy nerviosa, comenzó a sacar servilletas y a intentar que no me mojara, así que servilleta en mano, me recorrió el muslo, mientras yo me reía y le decía que no importaba…
Hoy hace cinco años que te llevé de vuelta a tu casa, mientras en el coche seguíamos hablando e incluso en algún tramo, cantando. La cita estaba saliendo genial, las dos nos sentíamos muy cómodas, con ganas de que no se pusiera el sol y de que no acabara ese maravilloso jueves…
Hoy hace cinco años que aparqué en frente de tu portal sobre las once de la noche y nos dieron las cuatro de la mañana hablando… Sí, hablando. No pasó absolutamente nada, aunque las dos nos palpábamos las ganas, las cosas como son.
Hoy hace cinco años desde que me enamoré de ti, desde que supe que quería compartir mi vida contigo, desde ese día supe que yo había encontrado a mi mitad, porque cuando estoy sin ti, me siento mermada.
Hoy es un gran día, un día precioso, un día para celebrar… Hoy hacemos cinco años, mi vida y eso me hace muy feliz… Siempre lo hemos celebrado como se merece, ¿Recuerdas? Pero este año la celebración tendrá que esperar un poco….Pero muy poco, porque hoy ya es miércoles y tú el sábado de madrugada llegas… Un poco más, mi vida para disfrutar de todo juntas. Yo puedo, aunque me cueste ¿Y tú?
Sobre las 10 de la mañana me estaba terminando de arreglar para ir a correr y justo llamaron al telefonillo… Cuando abrí… Venía un repartidor con un paquete para mí… La caja estaba llena de corazones en los que se leía Te quiero… Y dentro me esperaba un desayuno bien acompañado por una rosa, por un peluche en forma de corazón, con una taza para el café y una nota, preciosa, que ha conseguido que me emocione y que se me empañen los ojos… Gracias mi vida, por el paquete y por toda la vida que me estás regalando. Te quiero.
Hoy comienza oficialmente la cuenta atrás… Ni mañana ni ayer… Hoy. Así que, aquí estamos todos esperando, impacientes.
La verdad que llevo ya varios días aquí y siempre pienso, voy a sentarme y a escribir algo de todo lo que estoy viviendo, porque es sensacional, pero al final, estoy tan ocupada, que entre una cosa y otra, se me pasa. Pero de hoy no iba a pasar.
A partir de hoy comienza la cuenta atrás. Se supone que mi hermana ya “ha cumplido” y en cualquier momento se puede poner de parto. Lo cierto es que ella lo lleva fenomenal, no tiene ningún síntoma ni ninguna molestia. Llevamos varios días quedando para salir a pasear, tanto por la mañana como por la tarde, y la verdad es que se encuentra fenomenal, además de estarlo, porque está preciosa.
He pasado unos días geniales con ella. Hemos hablado de la niña, de ropita de bebé, de cunas, de sueños, de miedos… Pero sobre todo, nos hemos reído, y mucho. No paramos de reírnos, siempre que estamos juntas estamos así.
Tenemos la suerte de que mi hermano también está por aquí, por lo que vamos los tres a todos los sitios juntos, parecemos los tres mosqueteros, no nos separamos para nada.
Mañana ya es martes, 21, un día menos para verte la cara, que lo estoy deseando y un día menos para tenerte a ti aquí, mi vida.
La verdad que estoy pasando unos días geniales en casa, durmiendo en mi cama de 90, estudiando (Sí, ahora debería estar estudiando) en mi escritorio, saliendo a correr (sí, también salgo a correr) por donde salía cuando era una cría… Son muchos recuerdos en muy pocos días. Solo añoro una cosa o solo necesitaría una cosa para ser feliz del todo, a mi chica aquí, a mi lado, entonces ya, sería perfecto.
Estoy disfrutando de mi hermana y de su compañía, haciéndole un montón de fotos, porque está preciosa, se la ve tan feliz, que en todas las fotos se puede palpar esa felicidad. Le hago fotos a la barriga poniéndole frases tontas, le hago fotos a todo lo que puedo, porque todo esto para mí son recuerdos, miles de recuerdos y así también, se las mando a mi chica, para que pueda ver por lo que mis ojos se emocionan.
Hoy estaba con mi hermana hablando, en el sofá, tranquilamente, y la niña ha comenzado a darle pataditas. Me avisó corriendo y enseguida me levanté y puse las manos en la barriga. Cada vez que puedo sentirla, me emociono. Pocas cosas tan simples producen tantas emociones. No me imagino lo que sentiré cuando la vea.
Mañana es jueves
Publicado: 15 enero, 2014 en abuelo, bollo, lesbianasEtiquetas:abuelos, ahijada, avión, bebe, cama, compra, dar a luz, desayunar, esperar, hospital, irme, matrimonio, parir, querer, regalos, regazo, sobrina, te añoro, te echaré de menos, te quiero, volar, volver
Mañana es jueves… Mañana es 16… Y eso significa tantísimas cosas.
Mañana a estas horas estaré a casi 900 kilómetros de aquí, de Barcelona. Eso no es lo que me preocupa, lo que me preocupa es estar a esa misma distancia de ti…
Mañana me sale el avión de camino a casa. Mi hermana está a punto de dar a luz y yo, no me lo quiero perder por nada del mundo. Pero ella, mi chica, no podrá venir hasta dentro de unos 15 días por motivos laborales…
Vamos a estar 15 días separadas… Muchas os reiréis… Pero en cinco años que llevamos juntas, si sumamos todos los días que hemos estado separadas por diferentes motivos, no llegan a 15 días, así que imaginad lo que esto significa para nosotras.
Yo tengo muchos sentimientos encontrados, enfrentados… Estoy deseando bajar de ese avión y ver que me espera mi hermana, tocarle la barriga, abrazarla y pasar todo el tiempo del mundo con ella. Ayudarla a colocar la ropa, la cuna, el cambiador… A preparar la mochilita para cuando tenga que ir al hospital… Estoy deseando que se ponga de parto y ver la cara de mi hermana, emocionadísima, cuando le dejen ver a su hija. Estoy deseando ver la cara de mis padres cuando vean la cara de su primera nieta. Estoy deseando ver la cara de mi sobrina, de mi ahijada… Pero ¿sabes lo que deseo? Que todo esto, lo pudiera hacer contigo de la mano, entonces sí que sería perfecto. Mi hermana, nuestra sobrina y tú y yo. ¿Qué más podría pedir?
Sé que no es fácil para ninguna de las dos, cariño, por eso te pido paciencia. Ya sabes que yo estaré allí, preparando todo. Y cuando tú vengas, te presentaré a la nueva sobrina. Aunque antes, habrás visto unas mil fotos.
Además, tengo la suerte de que voy a estar súper liada, no solo por lo de mi hermana, sino porque en tres semanas tengo los exámenes, así que me voy a poner a estudiar y aprovechar el tiempo como una loca. También tengo lo del libro, que lo acabaré allí… Creo que estos días que voy a estar en casa van a ser una vuelta a mi pasado… Durmiendo en una cama de 90, con mi escritorio, mi ordenador y mis apuntes. Comiendo en casa, con mis padres, ayudando en casa…
Me gusta cuando hablas de la niña… Me encanta ver esa luz en tus ojos… Y sé que estás deseando verme con la niña en brazos y no se quien se emocionará más, si tú al verme a mí emocionada con la niña o yo de tenerla mientras tú me miras. Sea como fuere, que enero corra mucho y febrero te traiga a mí.
Creo que tras cinco años no se dormir sin ti, no se dormir en una cama tan pequeña, no se cocinar solo para una o hacer la compra para tantos… Creo que los chistes que haga no serán tan graciosos si tú no estás al otro lado, para reírte conmigo. Creo que te añoraré como nunca lo he hecho con nadie, pero creo que nos hará más fuertes, más si cabe. Además, ¡qué son 15 días, maldita sea! Eso no es nada, mi vida.
Te quiero.
Eres mi guante.
Publicado: 11 enero, 2014 en lesbianasEtiquetas:amor, besar, guante, mujer, novia, querer, sentir, vivir
Tú eres mi respuesta sin pregunta y la pregunta a mi respuesta. Eres mi desvelo y mi sueño errante que me viene justo, como un guante. Tú eres mi arrojo y el cerrojo para mi llave. Eres estas líneas, mi pentagrama, mi domingo por la tarde en pijama, sin salir de casa, sin salir de la cama. Eres mi argumento, mi evidencia de que no miento. Eres más que mi amor,mi vida.
Ser, estar y existir.
Publicado: 6 enero, 2014 en UncategorizedEtiquetas:amada, amar, amor, anillo, estar, existir, guapa, mujer, novia, preciosa, querer, ser
Gracias por existir, por ser y por estar. Gracias por venir, por quedarte y por no sucumbir. Gracias por luchar con armas, sin armas, con piedras o con tu valentía por bandera. Gracias por empujarme hacia adelante, hacia el mañana, hacia el futuro, hacia un mundo mejor, eso seguro. Gracias por enseñarme a creer, por implantarme la fe, por mirar al cielo y llegar a comprender que el mundo tiene mil planes para mí, para ti, para las dos juntas, mujer, mi mujer. Gracias por enseñarme a mirar con los ojos cerrados, a quitarme las gafas de cerca y ver tan claro como nunca antes lo había hecho, por enseñarme que no hay más ciego que el que no quiere ver, ni más infeliz que el que se olvidó de sonreír, del que teme oír su carcajada arrastrada por el viento… Gracias por enseñar como mirarme. Gracias por enseñar como verme. Yo que no hacía más que mirar hacia atrás, como si el sol del mediodía estuviera en lo más alto y la sombra que proyectara fuera tan alargada que diera miedo… Yo que solo miraba hacia atrás por si me perseguía mis demonios, mis miedos, mis porqués y mis peros. Gracias por estar a mi lado y conocerme. Gracias por escuchar cada historia que te cuento, cada anhelo del que me quejo, cada sueño que a tu lado veo más certero, más claro, más cercano. Gracias por dejar conocerme, gracias por dejar que me muestre sin titubeos, sin dudas y sin ningún terciopelo que suavice algún defecto, alguna carencia, alguna… ¡Qué se yo! Gracias de todo corazón, porque a tu lado soy yo, a tu lado soy plenamente yo, con mis miles de manías, con toda mi ironía, con todo mi humor esperando en cada frase, en cada esquina, con todas mis ganas de hacerte mía o de que tu me hagas tuya. Gracias porque a tu lado he aprendido a querer, nada de palabras vacías al finalizar un mensaje, una carta o una nota entre clase y clase. A querer de verdad, a querer del resto de mi vida, a querer tu compañía frente a mi persona, a querer tus besos de madrugada y bien temprano, a querer tus conversaciones entre sábanas revueltas y labios insaciables de besos, a querer de impaciencia por llegar a casa, de impaciencia por verte, a impaciencia por recibir un mensaje, impaciencia porque te despiertes y me des los buenos días, a impaciencia por vivir cada segundo de cada minuto junto a ti, a ese querer me refiero. A ese querer que entendemos tú y yo, a ese querer que es tan nuestro, que nadie llegará a comprender lo grande que es, que nadie entenderá lo bonito que es, que nadie entenderá que una cosa así, nos de la vida…
Así que gracias, mi vida. Por quererme y por dejar que te quiera, aunque eso es tan fácil… Gracias mi vida, por estar, por existir y por ser. Porque yo solo se estar contigo, solo existo contigo y solo soy contigo. Gracias.