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¡Tengo una cita!

Le he pedido una cita a mi chica y ¿sabéis qué?… Me ha dicho que sí…

Hay cosas que van muriendo con el día a día. Nos habituamos a tener a la otra persona y ya no pensamos en cómo sacarle una sonrisa de las de verdad. Sabemos que la tenemos cerca, que nos quiere y que nos respeta y ya… Dejamos de luchar.

Yo me niego a ser así. Yo lucho cada día por mi relación, por mi chica, porque cada día haya algo que celebrar, algo por lo que luchar y una meta a la que llegar. Le doy importancia a cada cosa que hacemos juntas y también se la doy a las que tenemos que hacer separadas. Me gusta estar con ella y compartir absolutamente todo con ella, entonces ¿Por qué no voy a luchar día a día porque ella lo sepa…?

Lo cierto es que entre el trabajo, los estudios, el gimnasio, la rehabilitación y demás, tenemos muy poco tiempo libre para descansar. Tenemos la suerte de que la mayoría de las cosas las hacemos juntas o nos acompañamos, pero no descansamos, no estamos de relax, disfrutando la una de la otra sin más preocupaciones… Necesitábamos un día para nosotras solas, un día especial en el que poder relajarnos, hablar, pasear, besarnos… Necesitábamos una cita para cargar las pilas.

El otro día le preparé una sorpresa. Dispuse sobre el sofá una serie de papeles con preguntas, en las que las respuestas eran “Sí” o “No”, llevando cada respuesta a otra pregunta, según fuese afirmativa o negativa. Todas las respuestas negativas llevaban a un papel en blanco… Sabía que me iba a decir que sí a todo… Estaba convencida.

Entró en casa del trabajo, con cara de cansada y se le iluminaron los ojos cuando vio el sofá lleno de papelitos, sabía que era para ella… Dejó las bolsas y me besó, mientras me preguntaba que qué era todo aquello… ¡Empieza! Le dije yo…

La primera pregunta era directa, sin preámbulos… ¿Quieres una cita conmigo? Y la respuesta afirmativa le llevó a otra pregunta…

“La cita tenía que empezar muy temprano”, le expliqué, a lo que ella asintió. “Entonces, lo mejor será que comencemos con un buen desayuno… ¿Quieres?”

Estaba de suerte, volvía a responder sí… Le expliqué que tenía muchas ganas de poder relajarme con ella, de poder hablar sin prisa, sin mirar el reloj. Necesitábamos desconectar… Le pregunté que si le apetecía desconectar conmigo, y ante su respuesta afirmativa le entregué un papel… “¿Qué es?” Me preguntó exaltada… Era una sesión de spa y de masaje en el mejor sitio de Barcelona, un sitio único y que nos encanta. ¡Viva aire de Barcelona!

Me besó y yo la insté a que siguiera mirando…Quedaban aún muchos papeles…

“Vamos a salir nuevas de esta sesión, ¿no crees? Ahora solo queda fundirnos con el cielo…” Y le entregué nuevamente un papel. Eran dos entradas para subir a las terrazas de la Iglesia de Santa María del Mar, de aquí de Barcelona. Nos gusta mucho la historia y perdernos por las ciudades y sin duda, esta iglesia y este barrio es uno de nuestros preferidos. Subir a sus terrazas y poder contemplar esas maravillosas vistas… ¡Será increíble!

Fue directa al siguiente  papelito tras darme un largo beso. “¡Vaya día! ¿Tienes hambre?” Lo siguiente es llevarle a un italiano que está en la zona de las Ramblas que es muy romántico… Podremos brindar con un poco de vino mientras continuamos hablando y deleitándonos la una de la otra.

Y para rematar la faena, a media tarde… ¡Entradas para el teatro! Sí, sí. Bueno, en verdad es un musical. Nos encanta salir de casa, ir al cine, al teatro, a pasear sin rumbo… Nos encanta estar activas y si encima podemos estarlo a la vez que no tenemos prisa, es increíble.

 

Sin duda las relaciones hay que cuidarlas y no relajarse. Cada detalle cuenta, lleves un año o veinte. Y la persona que lo recibe siente infinidad de cosas al recibirlo. Siempre es bonito ver lo que una persona ha preparado para ti… Siempre es bonito sorprender a alguien y hacerle feliz.

Yo no me cansó de verla sonreír, no me canso de hacerla feliz, no me canso de prepararle juegos y detalles, que igual pueden parecer tonterías… No lo son, porque si vieran los ojos de ella cuando va descubriendo los regalos… Eso no tiene precio y eso es imposible de olvidar.

Cariño, tenemos una cita… ¿Nos vemos en el desayuno?

Hoy es 19 de marzo… Día del padre, día de los Josés y de las Josefas, pero sobre todo, hoy es el cumpleaños de alguien muy especial para mí.

“Un día como hoy pero de hace mucho tiempo, venías al mundo. Un día como hoy, de esos que hemos celebrado tantas y tantas veces… Siento no poder estar hoy ahí para poder brindar con un poco de vino por un año más, pero algo se me ocurrirá, ya verás.

¿Sabes? Eres sin duda alguna de las personas más importantes que tengo en mi vida, sin duda. Me has enseñado tantísimas cosas, tantos valores, tantos dichos, tantas canciones y refranes… Me has enseñado a sonreír siempre, siempre… Pase lo que pase, porque no todo es malo y de algo malo siempre se puede sacar algo bueno, ¿Verdad? Cuando estás triste, cuando estás ausente y de mal humor, no ves todo lo que la vida te ofrece, lo que el mundo te da y todo lo que tu gente hace por ti. Estar triste y de mal humor te hace estar ciego, no serlo.

Tú me has enseñado que en la vida, todo cuenta. Todo. Lo que haces hoy y lo que haces mañana, todo cuenta. Por ello hay que estar, hay que luchar y hay que sobrevivir. La vida no es fácil, por eso estamos todos aquí juntos, para luchar en equipo.

Tú me has enseñado que hay que disfrutar de la vida y de los momentos que te ofrece. Que la vida pasa y la vida se termina. Pero los recuerdos y los momentos, perduran. Como perduran las imágenes, las fotos, las risas, los llantos… Haz que tu día perdure, como perdura cada día que yo he vivido contigo.

Tú me has enseñado a valorar todo lo que tengo, todo a lo que tengo alcance. Puedes tener todo lo que te propongas, pero si no lo cuidas y si no lo valoras, perderá todo su significado y no valdrá nada. Las cosas existen porque nosotros les damos ese don. Ten solo lo que necesitas, todo lo que necesitas y cuídalo. Cuídalo porque es tuyo y tú lo elegiste.

Tú me enseñaste que hay que ser ordenada, tú me decías “una cosa para cada sitio y un sitio para cosa…” ¿Lo recuerdas? Así siempre tenemos todo a mano, siempre está donde lo hemos guardado.

Tú me enseñaste que sí existe el amor y que sí puede ser para toda la vida, solo tiene que ser la persona adecuada. Cuando encuentras a esa persona lo sientes y lo sabes, lo demás viene solo, sin darte cuenta.

Tú me enseñaste a bailar, porque bailar es la mejor manera de espantar los fantasmas y sonreír. Es tan divertido… Comienzas a dar esos pasos y te olvidas del mundo, te olvidas de los problemas, te olvidas de todo… Y si estás feliz, bailas y sonríes y en cada paso que das, lo trasmites. ¡Baila! Porque la vida al fin y al cabo es eso, un conjunto de pasos que intentan estar coordinados…

Tú me enseñaste que siempre hay que recordar, que siempre hay que echar la vista atrás para entender por qué estamos donde estamos y acordarnos de todas las personas con las que nos hemos topado. Porque todos terminan siendo importantes, aunque a priori no lo sepamos.

Tú me has enseñado tantas cosas, abuela… Que siento enormemente no poder estar ahí contigo y brindar con un poco de vino para celebrar esos 98 años que cumples. Hoy será un gran día, pero para nosotras, cualquiera nos vale, ¿Verdad? Porque nosotras cantamos, bailamos, jugamos al parchís o vemos fotografías antiguas y estamos felices.”

 

Hoy es el cumpleaños de mi bisabuela, mi abuela, casi como una madre para mí… Hoy cumple años una gran persona que me ha dado todo y que se ha volcado tanto en mí, como en mis hermanos para que no nos faltase nunca de nada, pero sobre todo, que nunca nos faltasen valores.

Ha tenido una gran vida y tiene una gran familia que la quiere por encima de todas las cosas. Tienes tres bisnietos y hasta una tataranieta… ¿Qué más podemos pedir, abuela?

Yo solo pido que soples hoy las velas sonriendo, que brindes con un poco de vino ( Échale gaseosa por si acaso… ) y que puedas cumplir muchos años más a nuestro lado, porque para mí eres tan especial que no me imagino no tenerte…

¡Feliz cumpleaños, abuela!

 

 

Hoy tengo una cita con la mujer más maravillosa del mundo.

Hay tantas cosas que tenemos que celebrar, que no podía pasar de esta noche. Así que, me llevo a la chica más maravillosa del mundo a cenar. Tenemos reserva en un céntrico restaurante donde podremos disfrutar de un suculento menú y brindar con una buena botella de vino.

Ha sido una semana llena de emocione y de noticias buenas, no queríamos dejar pasar la oportunidad de salir y celebrarlo, brindar y reír, rendirnos ante la suerte o ante su sonrisa, que me hará caer antes, seguro.

Esta semana envié el contrato firmado. ¡Uf! Ya está, enviado y mi copia guardada, a buen recaudo. Fue una sensación extraña firmar esos folios, ver mi firma plasmada debajo de “AUTORA”. Ni en mis mejores sueños hubiera podido imaginar algo así… Fue una firma especial. Cogí el bolígrafo y puse la punta justo donde tenía que esbozar la firma, mientras miraba fijamente el papel, mi chica me preguntó que si todo estaba bien, que si había algún problema… No, respondí yo. Pero era un momento tan importante, tan trascendental para mí, que necesitaba coger aire y disfrutarlo un poco, hacer ese momento mío, pero mío de verdad y para siempre.

Hemos tenido una semana de locas con muchísimo curro y demás obligaciones, por lo que la celebración se ha ido retrasando, retrasando y retrasando… Hace una semana que me llegó la carta y hace tres días que yo respondí a esa carta… Hoy podremos celebrarlo, las dos.

Pero es que, por si esto fuera poco, esta semana me entero que otro de los proyectos con los que estoy colaborando y del que pronto podréis conocer más cosas… Va viento en popa y a toda vela… Porque ha sido seleccionado… Pero hasta ahí puedo escribir. Espero que pronto, muy pronto, pueda decir más cosas y hablaros de ese proyecto con el que estoy también muy ilusionada, muchísimo. Ha sido una semana redonda.

Me hace mucha ilusión salir esta noche a salir y poder celebrarlo con ella, porque sin duda alguna, ella es mi alpha y mi omega. Porque ella fue la que me animó a escribir, ella fue la que me animó a continuar, ella es la protagonista de todas mis historias, ella es la dueña de mi blog, ella es la que hace que estos dedos tecleen más rápido, imaginen más cosas, sueñen imposibles y compongan guiones. Ella es el principio y el final. Ella es la causante de que esta noche tengamos una cena.

Así que, me voy a poner todo lo guapa que pueda, con mis mejores galas y mi mejor sonrisa, y nos vamos a ir a cenar y a brindar. A celebrar la vida, a brindar por ella y dejarnos embrujar. Porque la vida en general debería de ser celebrada. Sea en casa o en un restaurante, siempre hay algo que celebrar, siempre hay algo por lo que brindar, siempre hay algo por lo que luchar y siempre hay algo que decir. Yo celebro mi vida contigo y brindo porque haya muchas más noches como esta, con o sin noticias súper interesantes por las que brindar porque el motivo principal estará sentada en frente de mí.

Gracias cariño por darme tanto, por darme todo. Gracias.

Hoy tengo una cita, sí, con mi chica.

Hoy hemos quedado para adornar la casa con motivos navideños. La Navidad ya está a la vuelta de la esquina y por una u otra cosa, nosotras cada vez estamos más liadas, por lo que hemos fijado el día de hoy como el día “a”… ADORNAR!!! Así que hoy desempolvaremos  todos los adornos, el árbol, las luces… Y dejaremos la casa lista para afrontar este mes, estas fiestas y comenzar como se merece el 2014.

A mi chica le encantan estas fiestas… Le encantan las luces, los árboles gigantes, los adornos con formas raras, las bolas redondas en las que siempre nieva… Le encanta las pistas de patinaje, la nieve, los villancicos, los gorros y los guantes de lana, los regalos, la ilusión de los niños (y de los no tan niños…) Le encantaría estar en New York en estas fiestas… Le encanta ver películas en las que salga esa ciudad en esta época…

Me encantaría tener un salón más grande para poder poner un árbol más grande… Porque se que a ella le encantaría… Pero nos conformaremos con lo que tenemos y con nuestro árbol pequeñito…

                                                               

Así que hoy es el día que hemos nombrado “Día A”… ADORNAR… así que, hoy he preparado una comida “más especial” que de costumbre… Hoy comeremos acompañadas de una copa de vino, un vino especial para mí, ella lo sabe. Un vino de esos que siempre tienes guardado por si viene alguien especial… Por si tenemos que celebrar algo… Por sí… ¡Ya está bien!

¿Qué hay más especial que ella y yo? ¿Qué hay más especial que nuestro “Día A”? ¿Qué hay más especial que un día más juntas, escuchando música, adornando nuestra casa juntas, entre risas y besos y sabiendo que serán unas grandes, bonitas e increíbles fiestas? Así que sí, hoy brindaremos con vino, por ella, por mí, por nosotras y por lo que queda por venir…

Así que ese es el plan de hoy… Veremos una película típica navideña, escucharemos villancicos y adornaremos la casa… Hasta la puerta de entrada… ¡TODO!

Las Navidades siempre me ha parecido que son unas fiestas llenas de contradicciones… Pero de eso hablaremos otro día. La verdad que me gustan estas feistas, que me gusta pasear por una Barcelona iluminada con motivos navideños, me gusta ver a la gente pasear, alegre, me gusta ver como la familia y amigos de devanan los sesos para buscar regalos… Me gusta pensar que el año que viene podré celebrar las Navidades con mi sobrina, con mi ahijada… A la que, sin que su madre se entere, la colmaré de regalos, de besos y de todo lo que esté en mi mano…

Por cierto, felicidades a todas las Inmas… Que hoy es su día y en mi vida hay más de una…!!

El tiempo pasa a una velocidad increíble. No nos damos cuenta de lo rápido que corre, de cómo las estaciones se suceden, de cómo los días se van pisando los talones… A veces parece que el tiempo tiene prisa… Prisa por llegar, ¿a dónde? …

Ayer hizo un año desde que creé el blog… Un año, se dice pronto.

Recuerdo el día que lo abrí… Yo leía ya varios blogs, y decidí crear yo uno, poder contar en primera persona historias, sueños, escribir lo que en verdad me pedía el cuerpo… Así que me lo abrí.

En verdad me costó muchísimo encontrar mi momento para escribir. Me daba vergüenza contar mis sentimientos, enseñar lo que la noche anterior había escrito… Me daba vergüenza que no se me entendiera, que pareciera frívolo… Ahora no puedo pasar sin escribir, sin pensar en el blog, sin llevar papel y boli siempre encima…

Ayer día 18 hizo un año… Llevo un año con el blog abierto y llevo más de 8100 visitas… ¡Increíble! Es alucinante entrar en las estadísticas y ver esto… Aun no me lo creo… Son muchísimas visitas.

La verdad que el blog solo me ha dado cosas buenas. Cuando lo abrí, también me abrí una cuenta de twiter para publicitarlo y anunciar cada entrada nueva ( @BlogEntendemos ). Después me propusieron las chicas del Andamio ( @AndamioDe ) que si me apetecía participar en la #radiobollo … Y me apunté… Me uní a las andamieras. Y lo reconozco, me encanta emitir, me encanta la radio, me encanta compartir mi tiempo con la gente del andamio, me encanta ver que cada día somos más, que nos apoyamos, que nos valoramos… Son gente fantástica, son geniales…

Y a partir de aquí, ya ha venido todo un poco rodado…Participar en la revista InOutPost… que también me vino de la manera más tonta…

 Gané el concurso de “Mirales”, Semana Erótica, con un relato un poco subido de tono. Escribiré una entrada sobre este premio, porque es lo más grande que me ha pasado nunca…

Y hace unos días me propusieron para los premios Liebster Award… ¡¡Pues más de lo mismo!!

Este blog solo me ha dado cosas buenas, cosas que te hacen sentirte muy orgullosa, muy viva, muy capaz… Este blog me ha dado la oportunidad de conocerte a ti, a ti y a ti… De compartir muchas experiencias, de hablar de muchas cosas, de confiar en personas que están muy lejos de mí… Así que, por todo lo que puedo expresar aquí y por todo lo que a veces es mejor callarse, gracias.

Porque es cierto, este blog sigue funcinonando por la gente que está al otro lado, por la gente que me lee, por la gente que me anima a que suba otra entrada, por la gente que se alegra de corazón por un premio o por una mención… Porque esa gente… Sois mi motor… Sois geniales, y siempre os estaré agradecida, por todo.

¡¡Gracias!!

Me falta una semana y un día para coger las vacaciones, mis ansiadas vacaciones. No os podéis hacer una idea de las ganas que tengo… Pensareis, ¿Quién no tendría ganas de coger vacaciones? Ya… Supongo que es lo normal, pero yo estas vacaciones me voy a casa, a mi casa.

Puede parecer una tontería pero no voy desde principios de octubre y el tiempo ya hace mella. Tengo ganas de ver a mis hermanos, a mi abuela, a mis padres y al resto de la familia y amigos, por supuesto. Pero también tengo ganas de “Estar en mi casa” de terminar de comer y sentarme en mi sofá, donde siempre me sentaba, disfrutar del olor característico de mi casa, ese que nota la gente de fuera y yo soy ya de fuera y lo noto. Me apetece comer la comida de mi madre, porque en ningún sitio se come como en casa.

A mí me encanta cocinar y siempre que hago algo nuevo, hablo con mi madre para que me ayude, pero no sabe igual. No sé si será la casa, la familia o el truco final, pero las comidas no saben igual.

Tengo ganas de vivir diez días como si el tiempo no hubiera pasado. Durmiendo en mi casa, mi madre llamándome para comer o salir de cervezas.

Me encanta estar en mi casa, en mi ciudad y además, como siempre, me acompaña mi chica, lo que significa que durante diez días le contaré mil historias. Las historias que voy recordando mientras paseamos. En cada calle tengo algo que contar, siempre. El problema es que hemos ido muchas veces juntas y la mayoría de las historias ya las sabe, pero me escucha como si fuera la primera vez que las cuento, creo que nota mi ilusión.

Me gusta mi ciudad, me gusta toda la historia que se puede leer en sus calles. Me gusta pasear por sus calles estrechas, tranquila, sin prisa, sin el sonido de las sirenas de bomberos o ambulancias, sin la prisa que lleva la gente por aquí por Barcelona. Pasear por pasear. Parar, tomar una caña o un vino, comer la tapa que te ponen ( Sí, gratis) y continuar.

No tener que coger el metro, coche o moto durante diez días, porque a todos los sitios se puede ir andando, si quieres, claro. Disfrutar de los espacios verdes que me ofrece la ciudad, que son muchísimos. Y respirar. Mirar al cielo y respirar y llenarme los pulmones de aire limpio.

Tengo ganas de estar con mi abuela que hace unos días fue su cumpleaños y no pude estar en la celebración. Le llevaré unos regalos. Estoy deseando que los abra, ver la cara de niña pequeña que se le pone, con una ilusión en los ojos que es indescriptible. Terminar de comer y jugar con ella al parchís, durante al menos dos horas… Y mientras jugamos que me cuente mil historias, las mismas de siempre, y como siempre, a mí me encanta. Disfruto como si fuese la primera vez, porque es ella, porque estoy junto a ella.

Estoy deseando estar por mi casa… Estar por mi ciudad… Estar con mi gente…

La verdad que echo mucho de menos mil cosas de allí. Echo muchísimo de menos a las personas que dejé allí, a las tradiciones, a las costumbres, a la forma de vida, a los paisajes… Pero sobre todo, echo de menos a mis hermanos.

Somos tres, contándome a mí, yo soy la del medio. Y puedo asegurar que estamos los tres muy unidos. Yo no doy más de dos pasos sin comentarlo con ellos. Son un gran apoyo.

La verdad es que no lo hemos pasado demasiado bien y solo contábamos con el apoyo que nos podíamos aportar nosotros. Es decir, que en las personas que más confío, son ellos. ¿Qué me pasa algo extraordinario? A ellos se lo cuento… Igual a mis padres ni se lo comento, por falta de confianza, por falta de cercanía… Pero a ellos sí.

Y estoy deseando que estemos los tres juntos, porque cuando estamos juntos, sé que no nos puede pasar nada. Cuando estamos juntos disfrutamos, nos reímos muchísimo, nos ponemos al día… Mi chica alucina cuando nos ve juntos, porque somos como un terremoto…

Así que, deseando que llegue el próximo domingo para poder estar diez días por mi tierra, que ya toca! Y descansar y recargar las pilas.

Un saludo, muac.